Colegio trilingüe, los colegios universitarios de la antigua universidad española llamados así por su especialización en las lenguas bíblicas. El Colegio de San Jerónimo de la antigua Universidad de Alcalá de Henares, anejo al Colegio Mayor de San Ildefonso.
LA HOSTERÍA DEL ESTUDIANTE
Finalmente, el colegio de San Jerónimo o Trilingüe, que estuvo arrendado a los Escolapios, y del que algún condueño todavía recuerda como el Paraninfo era utilizado como aula en los cálidos veranos complutenses, fue paulatinamente abandonado. En 1929, con el patio Trilingüe lleno de malezas y el Paraninfo en un lamentable estado, la Comisión Administrativa de la Sociedad, a falta de recursos, recabó la ayuda del Ayuntamiento, que sólo pudo encargarse de limpiar el patio, por lo que el presidente de la Sociedad Manuel Martín Esperanza y el administrador Francisco Monsó visitaron al rector de la Universidad de Madrid, quien también les hizo ver su falta de fondos prometiéndoles trasladar sus inquietudes al ministro de Instrucción Pública.
No muy conformes con lo obtenido decidieron ponerse en contacto con el recién creado Patronato Nacional de Turismo, donde su petición encontró una favorable acogida y en poco tiempo comenzaron las obras de restauración del Paraninfo y de acondicionamiento del patio; la rapidez de su ejecución entusiasmó a los condueños, quienes no dudaron en aceptar la propuesta del Patronato de ampliar el acuerdo para instalar, en el antiguo colegio de San Jerónimo, la Hostería del Estudiante, el segundo en su red de Paradores después del de Gredos, al principio, con un pequeño comedor al que se accedía por el callejón de San Pedro y San Pablo, posteriormente el comedor fue ampliado y la entrada se cambió por la actual de la calle de los Colegios.
Sin duda la presencia de la Hostería contribuyó a la rápida restauración del patio Trilingüe, gravemente dañado por un bombardeo en la guerra civil, a pesar de que, inexplicablemente, en el trascurso de la restauración desapareció un arco que no había sido afectado por las bombas.
Hubo posteriormente dos intentos de construir un parador con habitaciones que no llegaron a fructificar; el primero, a continuación del patio Trilingüe y el segundo, en el Hotel Cervantes, que ya había dejado de funcionar.