La Sociedad de Condueños de los Edificios que fueron Universidad fue la primera sociedad particular y privada que se creó en España para salvar y conservar un patrimonio artístico, el de la antigua Universidad de Alcalá.
La Sociedad de Condueños, fue fundada por ciudadanos alcalaínos en 1850 que, viendo como los edificios principales de la Universidad Cisneriana iban a ser subastados (estaban sin uso desde el traslado de la Universidad a Madrid en 1836), decidieron salvar el patrimonio de la ciudad aportando el pago de 90.000 reales y creando una sociedad cuya única finalidad era comprar dichos edificios emblemáticos de la ciudad, para preservarlos hasta que volviera a abrirse Universidad en Alcalá, lo que sucedió en 1.977.
La sociedad preserva hasta la actualidad edificios que por su importancia histórica, cultural y artística, hubieran sido destruidos por sus anteriores propietarios, que los habían adquirido en virtud de las leyes desamortizadoras del siglo XIX, para dedicar los solares al cultivo de la morera y a la instalación de una fábrica de hilaturas.
En la actualidad, la Sociedad de Condueños arrienda parte de su patrimonio a la Universidad de Alcalá a cambio de un precio simbólico, gestiona el resto de su patrimonio, y participa activamente en la vida cultural complutense.